MUERTE


                                                           

                                                                              https://www.vayalista.com/wp-content/uploads/2015/02/Yang-yuhuan.jpg


Eres todos los hombres

La montaña nos aplasta hasta convertirnos en polvo

¿Es posible acaso renacer desde la tierra aplastada?

¿Acaso re integrarte al resto de la tierra virgen y llegar a la cima como nieve 

esplendorosa, brillante,

 inmortal?

¡Cuánto de mí en cada grito!

¡ Cuánto de todas las que me precedieron !

¿A qué muerte estoy entregándome esta vez?

¿Qué es lo tan lejos, que ya no huelo siquiera los árboles ni el aire vital?


De cera derritiendo mi centro

Ya no fuego

Ya no cáliz

Ya no coronas

Ni princesas imperiales,

Solo el silencio,

Las cúpulas del pasado renacentista.


Matices de renacer sonando en los violines que claman al cielo por la vuelta de 

la vida infinita, 

inasible

Solo silencio y violines,

para traer el fuego de mis cuencas tan hundidas de despojo.

 

Pagaste por todos, 

pagamos muy alto el peso de la montaña

No pudimos elevarnos, 

la luna iluminó demasiado

Los destellos nos eclipsaron hasta morir,

o solo a mí.


Retiré de ti mi corona y me la devolví.

Jugué a ser reina para ejercer mi soberanía,

sin saber que las órdenes de mis comandos serían la renuncia a este y todos 

los tronos.


Poder Imperial

¿ cuál es el mi imperio realmente ?

No hay

No hay corona

Ni concubinato

Ni lazo legal

Ni posesión

Ni descargos

Ni desvelos

Ni desesperos.


Ahora el jardín,

la inocencia de niña en vergeles interestelares,

la aceptación radical de todo.

No hay más uno que el uno que también me habita.

Otra conquista

Otra liberación

¿ O es que acaso mi luz perpetua fue raptada por el misterio?


¿ Cómo distinguir la trascendencia desde tan lejos?

¿ A qué he renunciado?

¿ Qué es esto que muere sin remedio, que me vacía de deseos?


Veo nítido mi viaje,

¿lo veo realmente,

O en medio del eclipse huyo un vez más en carruaje de reina sin corona,  

de concubina preferida, poderosa?

¿Es que siempre fui del mundo y solo hoy lo veo?

¿A qué renuncio?

Porque me voy, pero vuelvo

¿Es esta mi gran liberación?


Lo acepto todo,

Lo que sí y lo que no

El dolor y la alegría, 

La herida humana, que también conozco y ya no me pesa

¿Esta soy entonces?

¿Esa es la posesión de lo grande?,

¿Este el sol iluminando?

¿Solo canal de vida y escenario disponible para que el mundo haga su voluntad?

Hágase tu voluntad!

Oh sí !, sí !

Nada soy y todo soy

Del mundo y el universo entero

La vida me colma,

pero sin sonrisa, 

y eso es el mayor desdén.

¿Será entonces que si la traigo empieza mi nuevo acto?

Ese donde puedo amar y repartir las flores para volver a colorear las    

pinceladas grises y lijar lo tosco;

esculpir la nieve, 

moldear el barro... 

hacer magia para que el sol alumbre cada tristeza de esta humanidad 

redentora.


Tomo el cargo

Esta vez sin corona

Esta vez de servidora

Mas ya no de un rey

Mas ya no de reyes

Esta vez de la vida toda.

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