AZUL Y ROJA
Fui azul durante más estaciones de las que alcancé a contar
Aprendí a flotar,
a reír
y a hundirme de tanto en tanto.
Amé ser azul...
Desde mi pretenciosa cima inventada,
mis ojos se resistieron a mirarte
Y cuando la vida -siempre generosa- no me dejó más remedio que verte de frente, mi azul se hizo río buscando el mar
Bajé a la tierra,
más humilde que orgullosa,
y ahí estaban tus ojos,
quietos en los míos aún huidizos.
Cuando por fin tuve el valor para mirarte,
todo el rojo vino a mí...
todos los rojos del mundo acordaron llenarme...
Mi sangre fue torbellino,
mi boca, fuego
mis piernas, brasas ardiendo queriendo envolverte entero.
Hoy soy llama al viento,
crezco feroz para transformarlo todo desde mis entrañas,
puedo quemar cuanto se interponga en mi camino para llegar a tu alma y
fundirme en ella,
puedo aquietarme solo para ser el más cálido espacio que hayas habitado.
Me pregunto dónde está mi azul entre tanto rojo...
a ratos lo puedo sentir fluyendo calmo,
sin tregua,
abriéndose paso suave y resuelto.
Sabe dónde va,
no se pregunta cómo,
encuentra el modo.
El mar está cerca, me dice.
Quédate roja, arde,
ama con tanta fuerza que no te quede más remedio que fundirte hasta
convertirte en destello junto a él.
