RESISTENCIA
No quiero soltarme de tu mano,
de tu mano de hombre que ama la tierra
hoy,
ayer,
otra vez en montañas,
otra vez atado a algún cargo.
que a mis ojos impide tu libertad
Y hoy resulta que yo soy la tierra,
recién me he venido a enterar,
en estas montañas que dices son tu lugar
donde me invitaste a habitar.
Me pregunto al verte tan resuelto, dónde me quieres llevar
Vamos andando de lo burdo a lo bello
necesitando sacar tantas pieles viejas
Nuestros fantasmas no nos dejaron danzar .
Vamos,
vamos por favor a lo bello,
porque no me las puedo ya...
He tenido que danzar sola para no morir en aguas turbias
aceptar tu ausencia
aceptar tu inocencia
y mis desvíos de ella
Esta vez abre con tus manos y siembra en mí lo que quieres que florezca,
no más miedos,
no más deudas.
Antes no preparamos el terreno de tanta premura para amar,
no hubo argumento,
ni clanes,
ni advertencias,
ni leyes capaces de frenar el remolino desatado...
Hambriento de encuentro,
hambriento de tierra madre,
hambriento de ahora,
de amor infinito,
divino
animal
feroz
sagrado
inmortal
Nos perdimos entre los girasoles con que dibujabas mis sonrisas,
entre alfombras de manzanillas y amapolas,
donde nunca hicimos el amor,
más que en las fantasías de algunos capítulos del libro pendiente.
Nos perdimos y nos encontramos
entre picaflores confiados,
flores de almendros no regados,
lechuzas atemporales
y árboles muriendo.
Nos perdimos entre los besos,
los silencios
los miedos,
los reclamos,
las ausencias.
La creación rápida,
bella,
remecida,
sin sustento..
puesta en tierras sin firmeza...
Inocentes,
aprendices,
ofrendando la vida entera...
Nos perdimos defendiendo fantasmas atascados,
protegiendo más fantasmas también atascados,
convertidos en heridas dolorosas,
sangrantes de pasado añejo.
Nos perdimos mezclados en llantos,
acusaciones,
espantos.
Prisioneras nuestras almas,
clamando por amor,
clamando por hacer justicia yo,
clamando por amor los dos.
Cuánto nos cuesta creer,
crear,
confiar...
Cuán más fuerte puede ser el peso del dolor.
No logramos sostener la risa,
no pude con la ausencia,
ni tú con mis desvíos.
Nos perdimos,
cada uno en su propia empresa.
Pero mi alma me habla,
cómo no escucharla,
no alcanzo a tomarla...
se evapora,
dejando abierto mi espacio
lleno de aire...
y entonces vuelo hacia tu lugar
mi cuerpo te vuelve a llamar...
y cada rayo de sol,
cada curva de montaña,
cada cielo arrebolado,
cada mirada púrpura,
aterciopelada,
cada piel perpetua,
inconfundible,
ardiente,
desatada...
Cada semilla sembrada,
cada piedra puesta con tus manos raídas de entrega,
me devuelven a mi lugar de reina.
Ya no de india sufriente de ausencia
Ya no de condena de mujer posesión
Mis aguas me llevan de vuelta,
a tus mares plagados de estrellas...
Qué puedo hacer si este mundo humano arrasa conmigo,
mi alma se pierde en la entrega,
como si yo ya no fuera mi dueña...
Y me pregunto cuál verdad podrías reclamarme, amor
Si mi alma, mi luz y mi único amor
es el que brillan mis ojos,
aunque mis cárceles no me den tregua
Mis aguas me recorren entera
nuestra luna,
eterna testigo,
iluminando...
La única que pausa
que restablece la tregua,
aliada,
solo me queda seguir
aceptando tan misterioso devenir...
Me sigue quedando la entrega,
amar,
amarme,
amarte,
desde aquí,
desde cualquier parte
Dime que es cierto que el amor no castiga,
que somos mas fuertes que todos los miedos,
que no hay fin para esta unión,
-que mi memoria susurra,
y no por vez primera-
ha sido consagrada en el cielo.