ACEPTACIÓN RADICAL DE TODO











Mis omóplatos se abrieron como alas

se extendieron amplio

mientras mi coronilla también se abría

y recibía un chorro de luz,

un chorro de luz que parecía venir del cosmos infinito,

ese en el que siento que floto cuando recuerdo el UNO al que pertenezco


Todas las luces de mis centros se encendieron

y comenzaron a expandirse

trayéndome el canto de las aves que apareció por ahí

para recordarme lo más sutil 

lo que aún estamos aprendiendo a conocer,

a reconocer.

Y mientras la luz de esa llama que fue pequeña,

se hacía cada vez más grande,

oí las risas,

oí la euforia,

oí el silencio,

oí la premura,

oí la soledad de algunos,

el miedo en otros,

la confusión,

Oí también las estrellas moviéndose

cayendo

soltándose

desapareciendo

haciéndose unas con el cielo negro


Y mis alas que se extendieron amplias 

se aquietaron

grandes

enormes

atrás en mi espalda

ya sin premura 

sin inquietud

sabiendo que están listas para abrirse

cuando ocurra el llamado


El aire...

el aire me recuerda mi raíz

en medio de estruendos confusos

de ansias de celebrar de los enjaulados muertos en vida


La gratitud aparece iluminando aún más mis centros

cuando me reconozco completa

gozosa

contenta

aceptándolo todo

ya con la montaña en mí

ya no añorándola

ahora sintiéndola en esa base enorme 

firme 

estable


En ella

desde ella en mí

lo acepto todo

acepto este mundo 

con compasión 

en la que me incluyo

Este mundo humano 

en aprendizaje permanente


Viendo tantas perlas brillantes

tantos tesoros

tantos cristales

y tanto barro y estiércol conviviendo

solo aceptando el uno

solo aceptándolo todo

entonces las perlas siguen brillando

el estiércol puede seguir en su lugar


Camino por el centro

contemplo

acepto 

amando 

la plenitud

mi raíz

mi parte cielo

mi ser canal


Respiro...

solo gracias 

por la luz

siempre 

en  mi camino


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