PRELUDIO II
https://dibujourjc.wordpress.com/2018/12/27/el-simbolo-de-la-espiral/
Lazos azules de satín,
brillantes,
aparentes de belleza
No hay cabello rizado largo para ellos
caen suaves para posarse en la acera
cortados,
armónicos
Lazos cortados,
azul de reyes
en relámpago ardiente de ojos sostenidos para no perder lucidez
olvidados de cuánto limpian las aguas saladas de la que estamos hechos
Otro yo, otro tú y otro yo
Siempre espejos proyectándonos las trizaduras
de las capas terráqueas
que se quedaron entre los poros
que nos dan aire
¿Cuál hondura es aquella que te transforma en tu mejor escultura?
¿Cómo esculpirme entre temblores que sacuden impíos mis polvos
aún opacos de tristeza por esta carne que me cuesta aceptar?
Y no sabes aún que mi soledad es la tuya,
que mi ahogo es el tuyo,
que mi lago se desborda buscándote sin saber cómo,
sin saber cómo.
¿Cuál es mi poder indicado ahora?
¿La docilidad y la entrega?
¿Las tripas?
¿El trueno?
¿El mundo gigante llamándome?
¿Tus ojos tristes?
¿Cómo llevarte conmigo al paraíso?
¿Cómo irme al paraíso sin ti?
Y es que soy el paraíso...
¿Cómo reconocerme total, completa?
Pausas suspendidas
como colgando de cordeles que unen edificios sin color,
húmedas y secas,
detenidas en el tiempo,
en el paisaje del cielo
Grande y minúscula
Girasoles altos queriendo a su sol
mientras yo me pierdo buscando el mío
Cíclica,
en fase,
en tránsito,
sin línea,
en espiral,
honda y alzada
Hoy no veo
y tú apareces con armadura y lanza frente a mí,
que solo tengo piel temblorosa y fría
Solo me salva la curiosidad infinita que siempre me habita,
me lleva a la espiral
que se abre generosa
disipándolo todo
para expandirse como serpiente galáctica
brillante de estrellas
No sé cómo llego ahí
estoy adherida
el aire me alimenta
el frio me pide fuego para no morir
y entonces ardo,
ardo como llama queriendo calentar en medio del universo
como si esas cintas azules me hubieran despertado
como si hubieran caído del cielo para llamarme cuando estaba muriendo
sin rizos en mi pelo
entonces sin sentido el aire vuelve,
expandiéndome
Explotan mis ojos con las palabras
mis brazos ya no buscan otros
solo arden para actuar en el blanco que se me ofrece llano para crear
me recuerda el espacio en mí,
lo vacío,
esperando a llenarse
Cómo no amarte entonces
si con tu antorcha inocente,
mundana,
densa y sutil,
me traes de vuelta siempre
No a ti, para tu pesar aún...
pues si supieras que cuando a mi vuelvo todo lo incluyo, nada rechazo
Y ese amor que ya cada vez más me visita
me libera de las últimas ataduras que impiden mi despliegue
Cómo no amarte
si tu abono me reforesta, me devuelve el verde
y sin saberlo
al mundo me entregas