EL CORAZÓN DE MIS MADRES
Entré a tu corazón,
me hice tan sutil como el espíritu
para atravesar tus puertas cerradas
más allá de lo que quisiera
El llamado de tu corazón
de un amor de lejos
llegó atravesando todo dolor
toda memoria
toda coraza.
Me hice porosa,
floté en tu adentro,
hasta llegar a tu fondo.
Vi tus mareas revueltas,
tus fantasmas desatados,
tu luz inextinguible.
Soplé con mi aliento tu pequeña llama y se agrandó,
se despertó como polvo dorado,
como polvo de oro.
Navegué desde tu corazón
hasta el de mi abuela,
vi su fondo desolado,
lejano también
y su llanura brillando,
la soplé con mi aliento
y creció
y se dispersó como polvo de oro.
Llegué hasta mi bisabuela
ahí me encontré con las hierbas,
flores y pócimas
Vi su fondo lejano,
oscuro de miedo,
vi su sabiduría
su magia de curandera
su mujer salvaje
recibí y agradecí su legado
Llegué por fin a la gran madre
curva y blanda,
firme
ahí descansé,
ahí nos vi cobijadas,
nos vi acogidas,
nos vi amadas,
nuestras niñas coronadas con flores
danzando,
nos vi en gozo,
en descanso,
en amor infinito.
