TENTACIONES LUNA LLENA
Tú mirándome,
Tan ubicuo como mis anhelos de vida compartida
Tan permanente como mis memorias de india
Tan obtuso como mi rebeldía
Tan ausente como los tangos de mi niñez
Soy concubina en prórroga,
Maledicencia de heridas secas a punto de terminar de caer,
o en vana ilusión de mis sentidos, otra vez
Antes solo apareciste,
huyendo de tu soledad,
llegaste dormido,
Como remolino quieto,
deseando mi aire para echarte a andar y esparcir colores que no me llegaron,
y que no quise esperar por honor a mi inocencia,
confiando en mis tripas,
que siempre me salvan.
Diques acumulados,
hologramas del peso que fantaseo sostenemos hasta sí poder…
Siempre me perdí en el entusiasmo que nunca muere
sigo desviando mis caminos potenciales,
a ver si en uno apareces con fondo cierto, o al menos con fondo
a ver si compruebo lo que mi corazón reclama suyo
Usé cristales filosos,
fractales,
aguados,
detenidos,
congelados
amargos de pena añeja
para cerrarte camino
para crear el bunker
repitiendo el juicio que no me hace honor más que para huir de la insistencia que no cesa,
por mi propia cojera
Cristales esperando derretirse
fundirse junto a los tuyos que se te quedan adentro por miedo o para cuidarme,
por miedo, por resguardo de las formas que sin contendido son pura apariencia vacua
por miedo a ver,
miedo a despertar,
miedo a la libertad,
miedo a errar,
miedo a matar la ilusión de madre que aún me cuelgas desde tu niñez herida como la de todos.
Los míos parece que vuelan como lanzas dando en el blanco que te aniquila definitivamente
una guerra implacable
sin sentido
consecuencia insalvable de un pasado corrupto
que se renueva incesante si no hay quien lo pare
Nunca pude vivir sin oler,
ni confundirme entre cadáveres
Pero no quiero matarte
ni a tu mundo.
Me duele tu mundo
que es el mío,
el de todos.
Quiero saber cómo,
Mi entrenamiento es el cómo.
En ti me duele el mundo,
nuestra humanidad necia
tan necia como mi insistencia en períodos de luna llena
tan necia como mis ilusiones de amores valientes
tan necia como mi mente que desafía los hechos para salvarte y para salvarme
tan necia como mis ganas de ti
Mis vísceras explotan y explotan
te exploto encima
como si con eso pudiera despertarte
o desaparecer lo corrupto que no ves
Pero no
Puro ejercicio,
la explosión solo revela mi desesperación,
por eso me perdono
y sigo aprendiendo a regular la fuerza de mi poder
no me canso de aprender
Veo la tentación macabra de ir hasta tu piel,
hasta tus besos de labios como brasas encendiendo las mías,
de la ilusión del fuego que pretendemos sea amor
y no es más que deseo,
deseo despojado de centro,
deseo despojado de completitud.
deseo de acabar con la brecha doliente de la calidez que nos faltó
Pero no
Vuelvo a mí,
sí, vuelvo en cuanto me veo en dirección hacia ti.
porque, cómo negarme a mi misma?!
No!
No está en mi naturaleza negarme a mí misma
Hoy mis brasas yo misma las enciendo
Mi matriz conserva mi fuego
Me adueño
Felinas y serpientes custodian mi reino
Sigo salvaje,
lúcida,
soberana cada vez más
Aunque en desvelos aún me pregunto
si a pesar del brillo que amo, siguen tan ciegos tus ojos
o si tu ceguera será espejo de la mía que se disfraza de sabiduría
Metáforas de tierra resquebrajada,
partida,
muerta,
reseca.
Metáfora de cimientos chuecos,
de elecciones de propiedad privada
sobre cadáveres invisibilizados
por justicias mal entendidas,
por herencia de carencia,
por ilusión de vacío llenado,
por la marca que te grabaron de amor con paga y con deuda.
Una tierra dividida como placas feroces
tomadas por fuerzas antagónicas,
irremediables,
de necedad compartida
Los velos de maya son tan ubicuos
como tus apariciones en mis tiempos de retorno
mientras cuido mi fuego
Grandioso el tao de mi vida
que siempre me despierta
de ilusiones mal habidas;
mis espacios sombríos se iluminan con destellos
de las muchas estrellas cayendo como en mi sueño,
mientras te bañaba preparándote para amarme.
Solo fue tu cuerpo;
el sueño me mostraba
en una tina mal ubicada,
mientras las estrellas se me brindaban, tan generosas
avisando la pronta llegada de mis anhelos
alineados con la voluntad del cielo.
Supe entonces que ya no estabas,
como en mi ahora
cada vez más lleno de mí
Remolinos de arena me sacan de mi ruta con fuerza de vientos persistentes
y yo no me resisto
no me resisto,
más no me pierdo
Mis raíces, también ubicuas y no hologramas
se encargan de sostenerme en todos los movimientos
Estoy anclada a los cristales de mi matriz
donde hice un lecho para sanar los desamores que quedaron de nuestros encuentros
donde hice un pacto con las mujeres que me habitan dentro
Desapareces en los llantos a los que hoy me entrego,
me hice experta en traerme de vuelta.
Sigo camino
con mi caldero,
limpiando los restos para cocinar lo nuevo,
como andariega en ejercicio perpetuo,
quemando,
haciendo cenizas del pasado
sin apuro
sin remedio
Elevo mi rezo en cada humo,
en cada luna,
para sacar cualquier resentimiento
Lavo mis manos y brazos
en contemplación
como en el otro sueño,
para seguir mi propio rumbo,
para que solo quede el amor puro de mis diecisiete
ese que quise entregarte
y del que ya entonces, con la misma resolución de mis pasos para encontrarte,
decidiste apartarte, por temor a equivocarte.
Me quedo con mi sonrisa,
con tus ojos brillantes
con mi inocencia y mi duda acerca de la tuya
con mis arrebatos
y tu ceguera
mi verdad interior,
y el respeto a tu elección.
Me queda pendiente la paz,
soltar la herida
tiempo al tiempo
en código abierto.
